martes, 11 de octubre de 2011

Locura. Una noche sin fumar.

Tic-tac. Once y media, y ni un cigarrillo en la pitillera. Solo colillas. Muy bonito... Me han dejado ellos, pero da igual, tampoco los necesito. ¡O eso supongo! Nos hemos hecho mutuamente un favor. Al menos yo voy a hacerme mayor.

Tic-tac. Y toc toc. Doce de la noche. Cenicienta esta en casa. La trae el lobo feroz pensando que aquí quedarían caladas o algo ¿Qué se yo? Y con algo me refiero a… perdona, no queda nada, lo voy a dejar. Rápido, antes que diga que no quiero empezar… porque siempre espero, como si pudiera volver a vaciarse el cenicero. Como si pudiera volver a estar el paquete entero. Como si pudieras volver. Mm.… y el humo con el que estar más segura hablando desde atrás. ¿Lo necesito? Puf… si al fin y al cabo, no estás. Dios mio lobo, tengo una duda ¿Cómo esta Caperucita? Me alegra saber que no fuma.


Tic-tac. Vamos a contar mentiras, tralará. Digamos que todo va bien cuando nada de eso es verdad. ¡Já! Que saboreé el último, que lo quiero dejar, tralará. Y a contestar a todo lo que nos digan con nuestro mejor francés: -Ah… Que se note que sabemos idiomas. El raro y todos. Sobre todo hoy que el que por el mar corran las liebres no es nada macabro. Que no, no fumo, noche, pero claro que me hace un cigarro.


Dos y cuarto. Y no ha sido el tic-tac, sino tus pasitos acechantes, despertado me has. ¡Joder! ¿Qué quieres? Y ¿Qué quiere usted? Al hablar con la nieve obligada a sutilizar. Y después recuerdos de otra persona. Si es que yo nunca he visto nevar.


Tic-tac. Lo echaba de menos (Ironía modo on) De echo para que pase más deprisa estoy a punto de tirar de prestidigitación. Las tres y parece que han pasado mil horas, ninguna o ¡diez! Que no se ya ni donde esta Wisconsin. Esa es mi mal traída y peor llevaba estupidez. Ay…


Tic-tac. ¡Tic-tac! ¡Corre, corre más tiempo, que me fumo encima! Otro tic-tac y me enchufo las sabanas de la vecina. Yo no se por que digo que no me siento bien contigo si no es verdad. Si en realidad no quiero que te vayas. ¿Lástima quizás? Lo dejo, no puedo, definitivamente mañana. ¡Si tampoco tengo!


¿De que estaba hablando? Este insomnio me esta matando. Me hace pensar.


Tic-tac. Cinco, seis, siete. Y ¡lo tengo! Se que es lo que mas rabia me da de todo esto. Lo peor es…


- Eso depende, para mi –dijo una voz por detrás- es peor aun dejar de fumar.


Me volví, y era Caperucita. Que en realidad fumaba sola para que no la vieran llorar.


Amanece y otra vez a empezar.


Tic-tac.

8 comentarios:

  1. ¡Y qué fácil es mentirse!
    "Que en realidad fumaba sola para que no la vieran llorar."
    :)

    ResponderEliminar
  2. Se busca comentarista anónimo. ¡En serio, me mata la curiosidad! Dime ¿Quién?
    Muchas gracias =)

    ResponderEliminar
  3. Tic-tac. Una San Miguel que mira con recelo a mis espaldas, sabe que el momento es inminente. De que al entrar en contacto con mis labios todo cambie.
    Es increible, sin palabras.

    ResponderEliminar
  4. Ya tengo resuelta mi primera duda sobre la gente que se me esconde al firmar. Pero ahora...
    Muchas gracias, eso le da más intriga.

    ResponderEliminar
  5. Y, ¿esa duda se puede saber? Ahora el que esta intrigado soy yo..

    ResponderEliminar
  6. La duda es, que no se quien se esconde tras esa San Miguel =)

    ResponderEliminar