martes, 21 de diciembre de 2010

Bailame el agua.

¿De que vives? ¿Del aire? No, de ti.

Tengo tantas ganas como miedo.

Tengo miedo de que te vayas.

Tu me bailas el agua a mi y yo a ti, ¿No?

Bailame el agua.
úntame de amor y otras fragancias de tu jardín secreto.
Sácame de quicio, hazme sufrir...
Ponme a secar como un trapo mojado.
Lléname de vida. Líbrame de mi estigma.
Llámame tonto.
Olvida todo lo que haya podido decirte hasta ahora.
No me arrastres. No me asustes.
Vete lejos... pero no sueltes mi mano.
Empecemos de nuevo.
Toca mis ojos. Nota la textura del calor.
¿Por cuanto te vendes?
Píllate los dedos.
Deja que te invite a un café. Caliente claro.
Y sin azúcar... sin aliento.

viernes, 17 de diciembre de 2010

One, 21 guns

Do you know what's worth fighting for?
When it's not worth dying for?
Does it take your breath away
And you feel yourself suffocating?

Does the pain weigh out the pride?
And you look for a place to hide?
Did someone break your heart inside?
You're in ruins

One, 21 guns
Lay down your arms, give up the fight
One, 21 guns
Throw up your arms into the sky, you and I

When you're at the end of the road
And you lost all sense of control
And your thoughts have taken their toll
When your mind breaks the spirit of your soul

Your faith walks on broken glass
And the hangover doesn't pass
Nothing's ever built to last
You're in ruins

One, 21 guns
Lay down your arms, give up the fight
One, 21 guns
Throw up your arms into the sky, you and I

Did you try to live on your own
When you burned down the house and home?
Did you stand too close to the fire
Like a liar looking for forgiveness from a stone?

When it's time to live and let die
And you can't get another try
Something inside this heart has died
You're in ruins

One, 21 guns
Lay down your arms, give up the fight
One, 21 guns
Throw up your arms into the sky

One, 21 guns
Lay down your arms, give up the fight
One, 21 guns
Throw up your arms into the sky, you and I

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Reflexion en un momento de lucidez...

Que a veces los mejores regalos son los que no cuestan dinero... Si luego recibes más de lo que das. Pero dámelo. Por favor.
Lloré, lloré y desde entonces se porque comprobé y percibí cuando me vi que esa noche envejecí. Pero entonces no me escondí y ahora no lo haré. De todas formas ya te digo, la proxima vez, preguntaré.
Aun así dime que no era una excusa facil para no hacerlo. Ya. Por dios.
Asi que llena dos copas y vamos a bailar tu y yo.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Capitulo 68. Rayuela.


Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente su orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, las esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentía balparamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.